Mi historia

En 2022, me mudé de Perú a Buenos Aires para estudiar una maestría en Arte terapia. Fue un cambio enorme, lleno de emociones que, a veces, se volvían abrumadoras. Siempre había encontrado refugio en el arte, pero esta vez necesitaba algo diferente.
Explorando técnicas artísticas, descubrí el macramé. Pasar horas entre nudos me ayudaba a encontrar calma en medio del caos. Luego, un día, probé el embarrilado, una técnica que consiste en envolver hilos alrededor de un objeto. Fue un punto de inflexión: me permitió canalizar mi creatividad y transformar los nudos en algo más que una metáfora de lo que sentía.
En terapia, la palabra “nudo” surgía con frecuencia. Aprendí a verlo no solo como algo que aprieta y bloquea, sino también como una forma de conexión, de construcción. Así nació Entrelazados, como un espacio donde los nudos cuentan historias y cada pieza refleja un proceso, un sentir.

Desde el inicio, supe que no quería hacer producciones en serie. Para mí, cada pieza debía ser única, hecha a pedido, con colores y medidas elegidas por cada persona. Porque así como cada historia es distinta, cada objeto también lo es. Entrelazados es más que arte textil: es un puente entre el arte, la emoción y la conexión personal.
Valores
Conexión
Cada pieza es un reflejo de emociones, historias y procesos personales. No son simples objetos decorativos, sino vínculos entre quien los crea y quien los recibe.
Autenticidad
No hay stock ni producción en serie. Cada pieza es única, hecha a medida, para que cada persona pueda encontrar en ella algo que realmente le represente.
Paz y transformación
Los nudos pueden simbolizar bloqueos, pero también la belleza en la complejidad. Entrelazados busca transmitir calma, serenidad y la idea de que cada proceso, por difícil que sea, tiene su propia armonía.